Otra habilidad esencial para definir tus conceptos lingüísticos, así como solidificarlos es la observación de lo que ocurre en tu entorno, en definitiva, a tu alrededor
Para ello, es tan fácil como escuchar atentamente a las personas y prestar atención a la variación del lenguaje en diferentes contextos sociales, geográficos o generacionales.
Al fijarse constantemente en el lenguaje del mundo real, comprenderás sencillamente la lingüística aplicada (área interdisciplinaria que estudia problemas sociales relacionados con el lenguaje).
Para poner estas enseñanzas a prueba, es recomendable que la próxima vez que salgas a la calle, aunque sea momentánea o efímeramente, observes a tu alrededor y te des cuenta de lo que está ocurriendo (que hacen las personas, el tiempo...), de está forma irás cogiendo el habito, y de este habito derivará una forma de estar atento y de conocer los cambios que ocurren diariamente para poco a poco ir convirtiéndote en un experto lingüista, es decir, en un conocedor de la lengua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario